Descripción
Aclimatada a la montaña e integrada al ecosistema asturiano, esta pequeña vaca cumple una importante función de conservación del medio y contribuye a la fijación de población en áreas de montaña.
Se alimenta de pasto de altísima calidad y maíz.
Su carne es verdaderamente roja y, por lo tanto, podemos disfrutarla con mayor intensidad y aprovechamiento.
Con una maduración de más de 100 días
El sabor y el aroma se conjugan para producir una sensación suave pero notable.
Su grasa, con ese tono dorado y una textura cremosa le aporta un toque adulzado.
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